Pasos para construir tu propio destino

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La palabra que decimos

Es fundamental prestar atención lo que hablamos frecuentemente, si observamos nuestra vida veremos manifestado lo que tenemos en nuestro interior o lo que creemos. “De la boca sale lo que del corazón procede”, porque actuamos desde nuestras propias creencias, arraigadas en el subconsciente. ¨El verbo se hizo carne y habitó entre nosotros¨ (Juan 1:14) esta metáfora significa que la “palabra” expresada se manifiesta en nuestra realidad cotidiana. Por ello, tomando conciencia de lo que decimos y hacemos, podremos asumir la corresponsabilidad de nuestra propia vida y hacernos cargo de lo que nos sucede.

Según los estudios de la Programación Neurolingüística se recorren varios pasos para construir nuestro destino.

Los pasos recorridos en forma consciente generan nuestro éxito o fracaso en los diferentes aspectos de nuestra vida, sea en el área: de la salud, relaciones, trabajo o dinero.

Esquema de construcción del destino

Estos pasos son ocho (haz click en cada uno de ellos):

PALABRAS

1. El primero se inicia en la boca, de donde salen palabras que repetimos frecuentemente y que viene a ser el principio de la creación.

PROGRAMAS MENTALES

2. El segundo, se genera en el hemisferio derecho del cerebro, donde está la mente subconsciente. Este toma las palabras que repetimos frecuentemente y construye con ellas ideas, sistema de creencias, programas mentales y paradigmas.

Ante cualquier estímulo los programas mentales envían la información a la mente consciente.

PENSAMIENTOS

3. El tercero, la mente consciente (hemisferio izquierdo del cerebro) convierte en imágenes y sonidos los pensamientos extraídos de los programas mentales, que a su vez generan sentimientos.

SENTIMIENTOS

4. El cuarto, se refiere a que los pensamientos conscientes generan sentimientos (emociones). Si se emiten pensamientos negativos se generan sentimientos negativos. Si pensamos en la enfermedad probablemente generemos la enfermedad “creo que me voy a resfriar” y exactamente generamos la enfermedad, victorioso pensamos o decimos ”¡aha! eso mismo decía! Atraemos lo que pensamos a partir de nuestras creencias y de nuestras palabras.

ACTITUD Y CONDUCTA

5. Quinto, la conducta, la actitud y el comportamiento son productos de los pensamientos alentados por los sentimientos.

HÁBITOS

6. Sexto, la repetición de la conducta, actitud y comportamiento generan hábitos. Y se depende de los buenos o malos hábitos.

CARÁCTER

7. Séptimo, se refiere al carácter que es el conjunto de los hábitos. Si un hábito es positivo el carácter es bueno. Si el hábito es negativo por ende también el carácter es negativo.

DESTINO

8. Octavo, si el carácter es positivo el destino será prometedor y si es negativo el destino será incierto.

 

La repetición de las palabras forman en la mente subconsciente, ideas, creencias, programas mentales, paradigmas, que ante un estímulo, proyectan a la mente consciente, pensamientos que son imágenes y sonidos de los programas mentales.

Los pensamientos son productos de una construcción de ideas, creencias, programas mentales, paradigmas.

Un estímulo de la mente consciente proyecta pensamientos, que no se producen al azar, sino a partir de lo que hemos construidos con las palabras que sale de nuestra boca.

Y así construimos nuestro destino

 

La mente subconsciente no distingue si la información que emitimos es real o imaginaria lo que decimos con vehemencia o con frecuencia, se graba. Cualquier palabra negativa y vulgar que acostumbramos repetir lo grabamos. Aunque sean en broma. Cuanto más inciertas sean las palabras que decimos, más inciertas serán nuestros programas mentales.

Nuestra vida es como un eco, repite lo que emitimos. Por consiguiente, prestemos atención en lo que emitimos diariamente. Palabras vagas crean programas vagos.

Por ignorancia programamos incorrectamente a los niños.

¨Dime como hablas y te diré quién eres¨

Si queremos asumir la responsabilidad de nuestra vida, asumamos la responsabilidad de nuestra boca.

Cambiemos nuestra manera de hablar.

Si no estamos conformes con nuestra vida, tomemos conciencia sobre los comentarios que hacemos frecuentemente sobre el dinero, salud, relación, hijos, trabajo, etc.

Para que el mundo cambie, cambiemos primero nosotros. Hablemos de lo que queremos y no, de lo que no queremos. Decretemos las cosas que deseamos.

  • A algunos les encanta escuchar noticias negativas y repetirlas en la familia, en los grupos de amigos o compañeros de trabajo; comentan sobre la escasez, “no hay trabajo” o “en el país hay muchos pobres, ignorantes”, etc.
  • A las personas les encantan contar repetidamente sobre sus enfermedades y terminan compitiendo entre sí, quien está más enferma.
  • O cuando se le pregunta a una persona “¿Cómo está?” , contesta “estoy en la lucha”,” “no hay dinero”, “no hay trabajo”, “me duele esto o aquello”.

Aprendamos a hablar correctamente, con frecuencia decimos “Este medicamento es bueno para la fiebre” en realidad uno debe decir “este medicamento cura la fiebre”.

El dicho “Tienes derecho a guardar silencio o todo lo que diga será utilizado en tu contra” es una ley de vida.

Entonces, que nuestro tema de conversación sea sobre del amor, la salud, la abundancia de dinero, hablemos de todo lo bueno que hay en la vida, así atraeremos abundancia en nuestras vidas.

Empecemos a grabar en nuestro subconsciente creencias y pensamientos positivos, hagamos que trabaje para nosotros.

Prestemos atención y corrijamos el cómo hablamos y pensamos.

"¡Construyamos un destino en abundancia de amor, salud y prosperidad material!"

 

Contacto en este enlace: https://mariaevangelistacoach.maxtiendas.com/contacto

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